Este proyecto abarca el trato plástico animal.
Se trata de un proyecto abierto, todavía sin fin, comenzando como punto de partida con la temática animal. Se toma esto, en cierta manera como excusa para pintar y desarrollar un tema, por supuesto, inconscientemente, he elegido este tema por las referencias visuales , intelectuales y vida a mi alrededor que han invadido mi campo, pero quizás, si busco una explicación se debe a la morfología de éstos, por cómo su estética ha influido sobre mi.
El proyecto lo comienzo pintando inconscientemente, sin pretensión, por el mero hecho de divertirme, esta diversión de jugar por jugar está defendida por Félix de Azúa en el artículo "Tenor".
El canto, esa incomprensible necesidad, no puede explicarse como utilidad. El canto es el lado inútil de la voz, y por eso es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos, porque lo universal no está en las palabras, sino en el canto, ese regalo que nos hacemos porque nos da la gana.
Al mismo tiempo, tengo el objetivo de desarrollar un lenguage plástico propio donde me sienta cómodo y cause cierto impacto visual. En principio, a la hora de trabajar, cojo una imagen que me guste estéticamente de un animal y la tomo de referente, a partir de ahí, empezaba la expresión, hasta conseguir una imagen con la que adquirir cierta espontaneidad, frescura o dinamismo.
Algunas imágenes de referencia para mostrar de dónde viene mi proyecto:
A partir de este juego, al ir evolucionando el proyecto por sí solo, mis necesidades también, de decir algo más aparte de una imagen estética. Va surgiendo la necesidad de crear un discurso conceptual, y decido encaminarlo hacia un lenguage más figurativo, ya que considero que podré crear una mejor discusión.
Se empieza ironizando con algún tema en concreto, con una estética más extravagante, siguiendo los colores del pre-proyecto, es decir vivos, puros y estridentes. Se crea de este tema una contraposición, una antítesis, tanto formal como conceptual.
El objetivo es mostrar una imagen totalmente contraria a lo que expresa la imagen de referente de la cual se parte, en esta fase del proyecto.
Para ello, se alterarán los colores, se exagerarán las formas y un enfoque muy distinto en la gestualidad plástica.
Por ello, tomé de referencia la estética Kitsch. Es el único referente en común de cada pintura, ya que cada pintura tiene también sus propias influencias.
De esta manera, enmarcaría mi obra en un nuevo expresionismo contemporáneo, ya que contiene la gestualidad, la aplicación directa de la pintura y la gestualidad, pero con colores rozando lo fosforescente, más propio de ésta época.
Así mismo, desarrollo tres pinturas, cada cual con un discurso, historia y referentes propios, pero con los puntos en común de la intención con la antítesis, la ironía, la frescura, lo kitsch, la temática animal y el lenguage plástico.
Cada pintura, se desarrolló en acrílico sobre tela en bastidor con las medidas de 195x130 cm.
La primera pintura ironiza con el cuadro típico de la caza de ciervos, muy representativo en la cultura española, en casas más "tradicionales"
En el segundo cuadro, cojo al baco de Caravaggio y lo transformo.
Por último, el tercero, aunque no cojo una obra ya realizada para darle la vuelta, empleo una fotografía de una niña modelo.
En conclusión, se trata de un proyecto abierto y que evoluciona constantemente, formándose a partir de las nuevas referencias que van modificando el proceso , al igual que la técnica, y en el punto en el que se encuentra, está en el uso de la descontextualización de la imagen a partir de un referente, la ironía y burla creando una antítesis y una renovación del referente elegido, a partir de una gran expresividad y utilización de colores puros y vibrantes.
Se puede ver la evolución del proyecto en los enlaces de la página principal.
1.DE AZUA, Félix., “Tenor”, en El país [en línea], [consulta 19 de mayo de 2012], disponible en http://elpais.com/diario/1999/09/15/ultima/937346402_850215.html
